Namasté

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Namasté , "La luz de Dios en nosotros, celebra su presencia eternamente en nuestros corazones"

domingo, 24 de marzo de 2013

EL CAMINO HACIA EL AMOR TOTAL

PRÁCTICA DE AMOR



Purificar el corazón

Nadie sigue por mucho tiempo un sendero que no le resulte natural, como tampoco logrará en él el crecimiento necesario, por muy buenas que sean sus intenciones.

Existe en el cuerpo un centro donde se unen amor y espíritu, ese centro es el corazón.

Es tu corazón el que se oprime o se ensancha de amor, el que siente compasión y confianza, el que parece vacío o colmado.

En el corazón existe un centro más sutil que experimenta el espíritu, pero al espíritu no se lo percibe como emoción o sensación física. ¿Entonces cómo puedes ponerte en contacto con él?

Según los maestros espirituales, el espíritu se experimenta primero como ausencia de lo que no es espíritu.

En la India esto se describe como "Netti, netti", que significa “ni esto ni aquello”.

El espíritu no tiene causa; no está limitado por el tiempo ni espacio; no es una sensación que pueda ser vista, tocada ni percibida por el gusto o el olfato.

Ésta puede parecer una manera desconcertante de definir algo, pero imagina que nunca hubieras visto el color blanco, que el mundo entero estuviera compuesto de rojo, verde, azul y todos los demás colores. De pronto, un maestro te da una camisa negra, diciendo: “Si lavas esto el suficiente número de veces, verás que es blanco.” Si pides ver al blanco antes de lavarla camisa, lo que pides es imposible. El negro es la suma de todos los colores; sólo cuando los laves todos aparecerá el blanco.
   
De igual modo, tu vida actual está hecha de sensaciones: no sólo los colores, sino todos los estímulos que captas por los sentidos. Algunas de esas sensaciones pueden ser muy placenteras, pero ninguna es adecuada para hacerte saber qué es el espíritu.

El espíritu subyace bajo todas las capas de sensaciones. Para experimentarlo debes ir al corazón y meditar en él hasta que se purifique todo lo que oscurece el espíritu.
 
La finalidad del siguiente ejercicio es brindarte la experiencia de purificar el corazón hasta tal punto que pueda presenciar el espíritu.

“Puro”, en este caso, no significa bueno y virtuoso; significa libre de impurezas, sin juicio alguno de valores.

Según palabras de William Blake, "se trata de limpiar las puertas de la percepción."


Meditar sobre el Corazón

Siéntate cómodamente en una habitación silenciosa, a solas; escoge un momento en que no tengas prisa.

El mejor es la primera hora de la mañana, cuando la mente está alerta y fresca; trata de evitar el atardecer, cuando la conciencia se prepara para dormir.

Cierra los ojos y concentra tu atención en el centro del pecho, donde está el corazón.

(El corazón físico está desviado hacia la izquierda, pero eso es irrelevante en este caso: el centro de espiritualidad del corazón se encuentra directamente detrás del esternón.)

Toma conciencia de tu corazón como espacio. No trates de oír sus latidos ni ningún otro sonido que pueda hacer al bombear la sangre. El centro que debes hallar es un punto de consciencia por donde entran los sentimientos.

En su forma pura está vacío, lo impregna la falta de peso, la ausencia de preocupaciones, la paz y una luz sutil. Esta luz puede presentarse blanca, dorada, rosada o azul.

No te esfuerces por hallar luz alguna.

No trates, por ahora, de percibir la pureza del centro del corazón, sólo necesitas sentir lo que haya allí.

Permite que tu atención repose tranquilamente en ese punto, respira con suavidad y percibe el aliento que va hacia el centro del corazón.

Tal vez te convenga visualizar una suave luz de de tono pastel o una frescura que invade el pecho.

Deja que el aliento entre y salga; mientras tanto pide a tu corazón que te hable. No expreses esto como una orden; basta con la vaga intención de que tu corazón se exprese.

Durante los cinco o diez minutos siguientes, permanece inmóvil, escuchando...



El corazón empezará a liberar emociones, recuerdos, deseos, temores y sueños allí acumulados durante mucho tiempo; entonces te descubrirás prestando atención.

Es posible que, casi al momento, recibas un destello de fuerte emoción, positiva o negativa, o un recuerdo olvidado. El ritmo respiratorio puede alterarse. Tal vez suspires o lances alguna exclamación ahogada. Deja que la experiencia transcurra. Si te adormeces o comienzas a soñar despierto, no te preocupes.

Simplemente, devuelve tu atención al centro de del corazón.

Te hable con miedo o tristeza, deleite o placer, su mensaje será igualmente beneficioso.

El objeto de esta meditación es prestar atención al corazón.




Al continuar con este ejercicio notarás que tres cosas se van uniendo de manera natural: meditación, purificación y atención.

Estás aprendiendo a escuchar el significado espiritual de tu corazón: esto es meditación.

Estás permitiendo que el material reprimido surja para ser eliminado: esto es purificación. Estás escuchando a tu corazón sin juzgarlo ni manipularlo: esto es atención.

Puesto que este proceso es como lavar una camisa para revelar su blancura, no te inquietes si aparecen fuertes emociones negativas y hasta molestias físicas.

Ten en cuenta que esas emociones se están retirando; pídeles que lo hagan sin estorbos, cómodamente. Si surgen voces de temor, ira o duda, pídeles que se retiren con tanta facilidad como deseen. (En el caso de que persista un dolor en el pecho, sobre todo si hay antecedentes cardíacos en la familia, deberías consultar a tu médico, por supuesto).


Meditación Avanzada

Cuando lleves algunos días o semanas practicando esta meditación, sabrás si quieres convertirla en parte permanente de tu rutina diaria.

Creo que prestar atención a lo que nos dice el corazón es un agregado valioso a cualquier programa espiritual; vivir desde el centro del espíritu es un objetivo constante para quien está en el camino.

A medida que avances en la práctica, comenzarás a notar que sensaciones, pensamientos, recuerdos, ensoñaciones y manifestaciones físicas aleatorias empiezan a desaparecer.

El centro del corazón se revelará poco a poco tal como es en realidad: silencio, paz, un cálido resplandor o una luz sutil.

Aún cuando esos destellos sean fugaces, descubrirás en ti algunos cambios fuera de la meditación. Empezarás a caminar con paso más animado. En momentos inesperados experimentarás en el pecho una sensación de plenitud; tal vez quieras aspirar profundas y satisfactorias bocanadas de aire. Cuando menos lo esperes te invadirán oleadas de regocijo y bienestar.

Todo esto es señal de que se está aflojando la tensión que la mayor parte de las personas tiene alrededor del centro cardíaco. Este centro debería estar siempre abierto y relajado.

Para que puedas recibir un esclarecimiento espiritual profundo, primero debe existir esta apertura.

El constreñimiento, el miedo y la tensión impiden que el espíritu entre en ti.

En verdad, el espíritu no entra, puesto que está siempre ahí. Pero establecer contacto con él es como sentirse invadido de luz y comprensión: es lo que llamamos “flujo de Amor”.

Amor y espíritu forman un vínculo cada vez que meditas sobre el corazón, desde la primera vez.

La meditación avanzada profundiza esta experiencia y la torna más consciente.

A medida que progreses en esta práctica, te resultará cada vez más fácil ir a tu corazón en busca de consejo y sabiduría o, simplemente, para sentirte amado.

No hace falta hablar con palabras a tu corazón; él tampoco necesita hacerlo.

El lenguaje del espíritu viene a nosotros como una callada seguridad, como autoaceptación, paciencia y apreciación del simple hecho de existir.

Según se desarrollen estas cualidades irás madurando en tu experiencia del centro cardíaco.


Fuente: Libro “El Camino hacia el Amor - 
Cómo transformar nuestra vida colmándola de amor” - 
Deepak Chopra, 
de Editorial Vergara - Millenium.




Extraido del blog:  camino-del-amor.blogspot.com.es.  

6 comentarios:

  1. Muchas gracias.
    Lo voy a incorporar a mi meditación mañanera.
    Tengo el 4ª chakra atascado, y necesito liberarlo. Me sentará bien.
    Abrazos.

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    1. Me alegro mucho que te haya gustado y espero que se "desatasque" el 4 chakra,¡je,je,je.
      Seguro nos sentará bien esta meditación del corazón.
      Abrazos.

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  2. Te agradezco mucho esta ENTRADA, Cristi ¡que diga, Balian! (Me va a costar trabajo no llamarte como antes). Hoy mismo comienzo con este ejercicio que tiene toda la pinta de ser buenísimo. Antes de leer la fuente, yo pensé que era del VIPASSANA, pero es que lo sigo pensando, ya que al Chopra -al principio de sus divulgaciones y escritos- no le venía nada por ciencia infusa: sus fuentes eran todas o casi todas del
    VIPASSANA.
    Ya te iré comentando qué es lo que voy sintiendo: dame un tiempo. ¡Ah! ¿Sabes que dispongo de una radiografía de mis chakras? Una vez pusieron una tienda de artículos de espiritualidad oriental cerca de mi casa, y me enteré de que había unas máquinas llamadas CÁMARAS KIRLIAM, que, mediante unos sensores que te aplicaban en distintas zonas del cuerpo, eran capaces de retratar fielmente los 7 chakras que tenemos, con sus correspondientes formas, tamaños y colores, que por supuesto -como las huellas dactilares- no hay dos iguales. Cuando me sorprendáis la próxima vez Rafa y tú, llamándome por teléfono diciéndome que baje porque habéis venido de Estepona y estáis abajo, cogeré la foto de mis chakras y la echaré en el bolso: verás qué interesante es no tener que trasladarse a La India para que un Santón tenga que convencerte de que tales cosas las tenemos dentro aunque los médicos internistas y los endocrinólogos sigan ignorándolo.
    Gracias de nuevo.

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    1. ¡Hola querida Regla!,
      En primer lugar, me puedes llamar como quieras, solo utilicé las últimas letras de mi nombre,(las cuales no habia utilizado nunca),al abrirme una nueva cuenta en google,pero sigue llamandome Cristi o Cristo, como más te guste.

      Esta entrada me llego ayer por causalidad, pues no soy seguidora de ese blog ni nada, estaba viendo otra cosa y se me apareció, creo que era justo lo que necesitaba,-haré esta meditación,ya veremos que tal-, así que quise compartirla con vosotros.

      ¡Qué curioso la radiografia de los chackras!,me encantará verlo,¡je,je,je!.
      Ya sabes que cuando vayamos a Sevilla, no nos vamos de allí sin hacerte una visita, te "secuestramos" aunque sea un ratito.
      Muchas gracias siempre a ti.
      Miles de Abrazos

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  3. Maravilloso, voy a ponerlo en práctica a diario, mi alma anhela ese encuentro.

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    1. ¡Hola Concha!, bienvenida a éste, tú blog
      Gracias por tu presencia.
      Abrazos.

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