Namasté

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Namasté , "La luz de Dios en nosotros, celebra su presencia eternamente en nuestros corazones"

jueves, 10 de noviembre de 2016


                                                             DESDE LAS PLEYADES


Ya se advierte en un viejo texto oriental, concretamente en el Hôkyo Zanmai, que la conciencia no es el lenguaje, pero los seres humanos nos sentimos más seguros si todo lo explicamos. Necesitamos comprender las cosas. Por ello, usamos el lenguaje como expresión de la realidad, sin embargo, cómo podemos explicar lo que hacemos cuando acudimos a un centro de práctica. La respuesta que solemos dar es “voy a meditar”. Ahora bien, ¿qué es meditar? ¿Quién viene? ¿De dónde viene? ¿Para qué viene? La palabra meditar es un verbo y los verbos indican acciones. Sin embargo, durante la práctica, ¿hay que hacer algo o no se hace nada? Y si no se hiciera nada, ¿cómo lo expresamos? A ver cómo explicas la experiencia de ser la infinitud de las sensaciones, la infinitud de las emociones, la infinitud de los pensamientos, la infinitud de la infinitud. ¿Se puede comprender esto? ¿Acaso puede ser expresado? ¿Desde dónde?
Denkô Mesa

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