DESDE LAS PLEYADES
Cualquiera puede sacar unos minutos, ralentizar el ritmo de la mente, mirarse en el espejo de la conciencia y reflexionar. Parar, sólo parar un momento y observar. Indagar y descubrir quiénes somos, qué es verdaderamente este sueño llamado realidad, qué estamos haciendo con el planeta, con nuestras relaciones, con nosotros mismos, cuál es nuestro propósito en la vida, qué es para cada uno el amor, cómo llegar a la verdad de sí mismo. El descubrimiento está al alcance de cada uno de nosotros, pero nadie podrá hacerlo por nosotros. Esto es lo que ofrece el Budismo Zen en la sociedad actual, aporta un natural refresco a la mirada perdida y un redescubrimiento del poder de la contemplación atenta.
(Fotografía tomada en el interior del Dojo Zen de Tenerife, centro de práctica adscrito a la Comunidad Budista Zen Luz del Dharma)
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